5 Ejemplos para decir no a un cliente y no perderlo

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¿Eres capaz de decir no a un cliente? Se trata de una decisión difícil, pues siempre queremos quedar bien con nuestros clientes, ofrecerles el mejor servicio y cumplir con sus demandas. Al fin y al cabo, es fundamental responder a su confianza para que sigan recurriendo a nuestros negocios. Sin embargo, llega un momento en que un autónomo se ve obligado a rechazar proyectos o clientes. Y si nos vemos en esa situación al darnos a conocer como autónomos, deberíamos ser capaces de solventarla sin perder el cliente. Al fin y al cabo, lo más probable es que busque a otro profesional para ese encargo, pero queremos que vuelva.

Formas de decir que no a un cliente

GaudiLab || Shutterstock

Cuándo decir no a un cliente

Lo primero que deberías tener claro además de aprender a conseguir clientes es cuándo rechazar a un cliente, empezando cuando no puedes aceptar el trabajo. Básicamente, porque el día tiene 24 horas y ante una importante carga de trabajo no tenemos tiempo para más.

También hay que mirar por el bien del cliente, y podemos decir no si nuestros servicios no resuelven el problema del cliente, o lo que pide no es lo mejor para él. En otras ocasiones hay que rechazar proyectos con unas condiciones inasumibles (plazo, precio) o cuando el cliente nos exige descuentos inasumibles. La falta de química también invita a decir no.

Situaciones y ejemplos prácticos en los que decir no a un cliente y cómo decirlo

Una cosa es la teoría y otra muy diferente es la práctica. Cuando estamos cara a cara con el cliente no es tan fácil decir que no mirando a los ojos como cuando respondemos un correo electrónico o una llamada. La sinceridad es clave para no dañar nuestra imagen y reputación, pero vamos a ver una serie de tips para decir que no a un cliente y en qué situaciones deberíamos utilizarlos:

  1. Agradecer su confianza antes de rechazarlos: otra forma de decir que no a un cliente es agradeciendo, siempre hay que ser agradecidos con la cartera de clientes, y más con alguien que confía en nosotros para sus proyectos. Comenzar agradeciendo el interés es una forma de suavizar el rechazo, muestras interés y aprecio por el cliente. Este consejo debería ir de la mano del siguiente, la sinceridad.
  2. Sé honesto con las causas del rechazo: nunca deberías mentir al cliente. Explica por qué no puedes cumplir con ese encargo (carga de trabajo, falta de tiempo, condiciones económicas inasumibles) y las razones. Si puedes ofrecer alternativas útiles, es el momento de ponerlas sobre la mesa. Al fin y al cabo, quizá no puedes cumplir este mes con el encargo, pero a tu cliente no le urja tanto y puede esperar unas semanas más. Si mientes y te pillan, la relación con el cliente se resentirá.
  3. Ofrecer alternativas: si el cliente te pide algo que no puedes hacer o que no soluciona su problema, puedes presentarle alternativas. Si se las puedes ofrecer tú mismo, adelante. Si conoces otro profesional o empresa que pueda hacerlo, siempre agradecerá tu recomendación. Especialmente, cuando se trata de una recomendación de calidad. Parece paradójico, pero el cliente reforzará la confianza en ti.
  4. Mantén el contacto: nunca está de más hacer un seguimiento de la situación, ya sea con tu contacto o con el profesional que le has recomendado. Y si cambian las cosas y puedes asumir el proyecto, no dudes en contactar con él para decírselo.
  5. Ofrecer un mejor servicio: cuando dices no a un proyecto, la calidad de tu trabajo es mejor. Pierdes un encargo, pero podrás centrar tus energías en los clientes existentes. Se reducen el estrés y la presión de tener que atender un volumen de clientes inasumible, y el cliente valorará tu profesionalidad. Muchas veces, decir que no es una forma de reforzar nuestra integridad como profesionales autónomos, y los clientes aprecian esta honestidad. Cuando los atiendas, saben que les ofrecerás el mejor servicio.