36.000 personas capitalizaron el paro para hacerse autónomos

Iván García -

En los diez primeros meses de 2015 hubo 35.591 personas que optaron por capitalizar la prestación por desempleo para emprender un nuevo negocio como autónomos, según los datos aportados hoy por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). 36.000_personas_capitalizaron_el_paro_para_hacerse_autonomos

La gran mayoría de los que optaron por esta capitalización se acogieron al sistema de pago periódico de cotizaciones a la Seguridad Social, mientras que solo 601 prefirieron acogerse al pago único de la prestación para hacerse autónomos.

El 91,6% de los beneficiarios tenían previsto hacerse autónomos, frente al 4,4% que optó por una cooperativa, el 2,4% por sociedades laborales y el 0,6% restante por sociedades mercantiles. Los datos que manejan desde esta organización de trabajadores por cuenta propia es que la cantidad media capitalizada alcanzó los 7.554 euros por profesional, con un total de inversión en la capitalización que ascendió hasta los 270 millones.

En UPTA destacan de manera positiva estos datos, sobre todo porque entienden que la capitalización del paro se ha convertido en una herramienta muy valida para fomentar el empleo por cuenta propia. No obstante, confían en que la entrada en funcionamiento de la Ley de Fomento del Autoempleo, que facilita la capitalización de la prestación del desempleo en un único pago, mejore mucho más estas cifras.

Pese a ello, el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna, considera complicado que esta norma cuente con la misma influencia que tuvo antes de 2008, sobre todo porque la tasa de cobertura frente al desempleo ha descendido considerablemente y cada vez son menores los derechos cuantitativos de prestación y el periodo de disfruta por parte del profesional.

En cualquier caso, la capitalización del paro le sirve de gran utilidad a aquellos que tengan intención de montar un negocio por su cuenta. Una parte de los gastos pueden sufragarse con este dinero. Sin embargo, el paro cada vez dura menos y la cantidad a cobrar también se reduce.