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Trabajar como autónomo y por cuenta propia conlleva diferentes retos. Uno de ellos es la protección personal y familiar ante imprevistos. Aunque es menos visible que llevar las cuentas al día o captar nuevos clientes, es igual de importante. No es fácil pensar o hablar sobre el momento del fallecimiento, pero aún es más duro enfrentarse a ella sin estar preparado. Para quienes son autónomos, contar con un seguro puede marcar la diferencia entre el caos y la tranquilidad.
Por este motivo, cada vez son más los profesionales independientes que se plantean proteger a sus familias con un seguro de decesos. Hoy en día, este tipo de pólizas ofrecen coberturas personalizables en función de la edad, el tipo de actividad o si se tiene familia a cargo. Es una forma de asegurarse de que, pase lo que pase, las personas que más queremos no tengan que cargar con trámites, gastos o decisiones complicadas en medio del duelo.
Además, un seguro de decesos actual y bien diseñado ya no es solo un seguro para cuando uno se va. Va mucho más allá. En el caso de los autónomos, estas pólizas incluyen servicios realmente útiles que también se pueden aprovechar en vida. Es el caso de la asistencia jurídica, que representa un aspecto clave para quienes manejan contratos, pagos, clientes o proveedores y quieren resolver sus dudas legales sin tener que contratar un abogado. A su vez, también suelen incluir la realización del testamento online, que se puede hacer desde casa y en pocos pasos. Una herramienta práctica y cada vez más demandada para aquellos autónomos que quieren dejar todo bien organizado sin complicarse la vida.
¿Y cuánto cuesta cuidar así de los tuyos?
La respuesta rápida: menos de lo que imaginas. Los precios de estos seguros varían según la edad, las coberturas elegidas y el tipo de prima. Pero lo importante es que son asequibles incluso para quienes están empezando o tienen ingresos ajustados.
Por ejemplo, un autónomo joven, sin hijos, puede acceder a una póliza básica por unos 3 o 4 euros al mes. En cambio, si se trata de una familia con hijos y se contratan servicios adicionales, como el testamento o la asistencia legal, puede estar en torno a los 12 o 15 euros mensuales. Eso sí, lo mejor es comparar y ajustar según el perfil personal y profesional, porque cada autónomo es un mundo.
Tipos de primas
En los seguros de decesos para autónomos, al igual que en otros tipos de seguros personales, existen varios tipos de primas que determinan cómo se calcula y paga el coste del seguro a lo largo del tiempo. Podemos diferenciar entre las siguientes modalidades:
- Primas naturales: La prima natural varía según la edad del asegurado. Cada año, el coste del seguro se ajusta y aumenta, ya que el riesgo de fallecimiento también es mayor con la edad.
- Primas niveladas: Se paga una cantidad fija (nivelada) cada año o mes. El importe no varía significativamente con la edad, ya que el riesgo se reparte a lo largo del tiempo.
- Primas mixtas: Es una combinación entre la prima natural y la nivelada. El precio sube con los años, pero de forma controlada o hasta una edad determinada (por ejemplo, los 65 años), y luego se estabiliza.
- Prima única: Se paga todo el seguro de una sola vez, generalmente al contratarlo. Es común en personas mayores o en autónomos que prefieren dejar todo resuelto de antemano.
- Prima renovable anual: El seguro se contrata por un año y se renueva automáticamente. La prima se ajusta anualmente en función del riesgo.
Pensar en el mañana también forma parte de ser autónomo
A veces, cuando uno trabaja por cuenta propia, lo urgente supera a lo importante. Pero ser autónomo no solo significa pagar tus facturas y sacar adelante tu negocio, también implica mirar más allá y pensar qué ocurriría si tú no pudieras estar.
Contratar un seguro de decesos es una de esas decisiones que se toman en silencio, pero que hablan muy bien de ti: de tu responsabilidad, de tu amor por los tuyos, y de tu forma de entender la vida y el trabajo. No es cuestión de edad, sino de madurez. Y eso, entre quienes trabajan por su cuenta, importa.