A finales de junio había 40.758 menores de 25 años que eran autónomos, según un informe confeccionado por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) con los datos aportados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Con respecto al segundo trimestre del año pasado se registró un incremento del 12% anual al registrar 4.465 trabajadores por cuenta propia más.
En esta franja de edad es donde se aprecia un mayor incremento, muy superior al de la medida del colectivo. En el caso de los autónomos entre los 25 y 39 años, el aumento fue de 15.800 (2,9%), entre 40 y 54 años (0,4%) y a partir de los 55 años crecieron un 0,3%. Desde la UATAE se considera muy positivo que los más jóvenes se decanten por el emprendimiento. La secretaria general de esta organización, María José Landaburu, reconoce que es preciso intentar ayudarles para que sobrevivan sus actividades.
No obstante, todo esto es una claro ejemplo de la mala situación que atraviesan los jóvenes por debajo de los 25 años, que “soportan altísimas tasas de desempleo y cuando trabajan, en general, lo hacen con contratos precarios y de escasa remuneración, además de las dificultades económicas que muchos encuentran por los recortes para continuar con su formación”. Landaburu encuentra aquí algunas de las causas por las que los más jóvenes se decantan por darse de alta como autónomos. Como asalariados no encuentran salida, tal y como reconocen ellos mismos en las entrevistas de las distintas organizaciones de autónomos cuando realizan su plan de negocio.
Otro aspecto a tener en cuenta y muy influyente en este crecimiento es la tarifa plana para nuevos autónomos, que empuja a algunas empresas a no contratar asalariados y establecer una simple relación mercantil con el trabajador. La secretaria general de UATAE solicita al Gobierno que ponga un mayor interés en el apoyo y consolidación de las actividades de los emprendedores.