Los autónomos piden que las promesas políticas no queden en “papel mojado”

Iván García -

En el último debate a cuatro entre los principales candidatos a presidir el Gobierno salió a relucir la situación de los autónomos. Durante los últimos días también han surgido distintas propuestas por parte de las distintas formaciones políticas que son bien recibidas por este colectivo, aunque como añaden desde la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA), no deberían quedar en “papel mojado“. Los_autonomos_piden_que_las_promesas_politicas_no_queden_en_papel_mojado

En cierta manera se sienten utilizados por los políticos, conocedores del enorme potencia de este colectivo, con más de 3 millones de profesionales, más las personas a las que dan empleo. El presidente de esta organización, Camilo Abiétar, cuenta que los autónomos “trabajan 365 días al año sin desfallecer y son, junto con las pymes”, el principal motor de la economía del país.

De ahí que recomienda que durante todo el año se acordasen de ellos con nuevas propuestas y actuaciones que faciliten su tarea, y no sólo en momentos puntuales como ocurre ahora durante la campaña electoral, donde todas las formaciones hablan de ellos y garantizan mejoras, que luego no acaban de plasmarse nunca.

En OPA entienden que los casi 3,2 millones de trabajadores por cuenta propia que permanecen dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) suponen un “caramelo” para la clase política, por lo que espera que todas las ideas que surgen en torno al colectivo en estos momentos “no sean catos de sirena” que únicamente busquen captar unos cuantos votos.

El presidente de esta organización señala que los distintos ejecutivos han hecho siempre cosas positivas por los autónomos, pero no quieren que se “baje la guardia”, porque aún queda un largo camino por recorrer.

Los profesionales por cuenta propia no podrán salir de la situación asfixia hasta que solucionen los problemas que vienen arrastrando desde hace tiempo, como la morosidad pública, la falta de financiación, las altas cargas tributarias, la competencia desleal y la economía sumergida.